Las industrias extractivas son aquellas que se dedican a extraer y explotar los recursos del subsuelo: minerales, gas y petróleo.

La minería y la explotación de hidrocarburos son las actividades económicas que más conflictos han generado entre las comunidades indígenas, el Estado y las empresas, durante las últimas décadas. En América Latina, aunque los pueblos indígenas sean dueños de sus territorios, los Estados se reservan la propiedad del subsuelo, concesionándolo a empresas que extraen esos valiosos recursos.

En este mapa se observa la ubicación de las empresas extractivas (representadas con triángulos) en América Latina. Se observa que la gran mayoría se encuentra en territorios indígenas (zonas de colores amarillo y celeste).

Mapas de Etnias y Concesiones Extractivas en Latinoamérica

Fuente: Oil Watch.

Generalmente, los Estados otorgan estas concesiones a la industria extractiva sin cumplir con el Derecho de los Pueblos Indígenas a la Consulta y al Consentimiento Previo Libre e Informado. Y este Derecho es aún menos respetado en el caso de aquellos territorios indígenas que aún no han sido titulados.

Esto ocurre aún cuando existe un marco legal específico al respecto:

Derecho al Territorio: en el Convenio 169 de la OIT (ver sección), en la Declaración de Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas (ver sección), y en el Fallo de la CIDH a favor de la Comunidad Sawhoyamaxa vs. Paraguay que establece que la posesión tradicional de los indígenas sobre las tierras es equivalente al título de propiedad que otorgan los Estados (ver sección).

Derecho a la Consulta y al Consentimiento Libre, Previo e Informado: en el Convenio 169 de la OIT (ver sección) y en la Declaración de Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas (ver sección).

Los impactos negativos de las industrias extractivas en los territorios indígenas se relacionan con la contaminación ambiental, de sus tierras y ríos (con plomo, arsénico, mercurio y otros metales como consecuencia de la minería; y con hidrocarburos por la ruptura de oleoductos petroleros); la deforestación para crear vías de penetración e instalaciones; y las modificaciones en sus prácticas tradicionales de convivencia con la Naturaleza.

Las empresas también afectan las formas de vida de los Pueblos Indígenas a través de su asalariamiento, a menudo en campamentos, aislados durante meses de sus familias; y a la gobernanza, debilitando la organización interna de los pueblos mediante la cooptación de algunos dirigentes, lo cual se traduce a menudo en divisiones y conflictos internos.

Las industrias vulneran así derechos económicos, sociales y culturales de los pueblos indígenas [ver sección del PIDESC], toda vez que producen consecuencias sociales negativas como:

♦ Efectos sobre la salud de niños y adultos: problemas de piel, dolores de cabeza excesivos, intoxicación con plomo y arsénico, y enfermedades respiratorias.

♦ Amenazas a la seguridad alimentaria por la contaminación y destrucción de vegetales, peces y animales que aseguran su subsistencia; por la contaminación y reducción del acceso al agua y por el desplazamiento de sus tierras.

Un caso emblemático de los daños ambientales y los efectos negativos que las empresas extractivas ejercen sobre la gobernanza, es el de los Kichwa de Sarayaku (Pastaza, Ecuador) quienes teniendo sus territorios titulados, sufrieron violaciones a sus derechos por la actividad petrolera. Para saber más sobre este caso puedes leer este documento.

El caso fue elevado a la Corte Interamericana de Derechos Humanos, que en Julio de 2012, sentenció al Estado de Ecuador a indemnizar con un millón cuatrocientos mil dólares al pueblo Kichua de Sarayaku, por los daños causados por la actividad petrolífera en sus territorios, que se desarrolló sin mediar procesos de Consulta y Consentimiento Libres Previos e Informados. Para saber más sobre la sentencia, haz click Aquí.
El 5 de Octubre de 2011, los Shuar declararon públicamente, ante el Gobierno Nacional de Ecuador, la Corte Interamericana de Derechos Humanos, la ONU y la Comisión permanente de Asuntos Indígenas, su rechazo a las actividades extractivas mineras e hidroeléctricas, que atentan el ecosistema, la biodiversidad, la cultura y la vida consuetudinaria de los Shuar. Para leer la Declaración completa, haz click Aquí.

 

Para saber más sobre la Amenaza que las Industrias Extractivas representan para los territorios y gobernanza indígenas, te recomendamos:

♦ Pueblos Indígenas e Industria (2007). Ficha descriptiva del Foro Permanente para las cuestiones indígenas de la ONU (2007). Los pueblos Indígenas en sus propias voces. Leer documento completo

♦ Informe de SURVIVAL sobre el caso de Repsol YPF en el Lote 39 de la Amazonía Peruana. Leer documento completo

♦ Observatorio Latinoamericano de Conflictos Sociales. Ver web

♦ MAIPPA: Articulación por un movimiento de afectados por la industria petrolera en Países Amazónicos.

♦  Observatorio Boliviano de Industrias Extractivas.

♦ Oil Watch: red mundial que observa las actividades petroleras en los países tropicales; y sus secciones Petróleo en Sudamérica y Noticias sobre conflictos petroleros en Latinoamérica hasta el año 2006.