“La gobernanza se dice que es
una suma de gobierno y confianza.
Es el estilo de funcionamiento de una sociedad.»

Pablo Chirif

En el acto de gobernar intervienen los gobernantes y los gobernados. El modo en que ambos se relacionan y participan en la toma de decisiones, se conoce como Gobernanza.

La Gobernanza se define como “las interacciones y acuerdos entre gobernantes y gobernados, para generar oportunidades y solucionar los problemas de los ciudadanos, y para construir las instituciones y normas necesarias para generar esos cambios”.
Es decir que la gobernanza implica que las personas puedan participar en las decisiones que les aseguran una vida digna. Para eso, los ciudadanos necesitan que exista libertad de expresión y asociación, respeto y fortalecimiento de los derechos humanos; y estar informados sobre lo que los gobernantes deciden y hacen.

Los gobernantes, por su parte, deben tener capacidad para cumplir sus funciones, y sensibilidad para tomar en cuenta las aspiraciones y necesidades de los ciudadanos.

En la forma de gobernar son aspectos claves:

la Legitimidad, que significa actuar con justicia, permitiendo la participación de la sociedad civil, atendiendo sus demandas, y convirtiendo sus decisiones en políticas pública.

las Políticas para reducción de la pobreza por medio de oportunidades de empleo, disponibilidad y acceso a los recursos (incluyendo la tierra y los recursos naturales y medios de producción); así como la equidad en la provisión de servicios públicos.

la Protección del medio ambiente, mediante el uso sustentable de los recursos naturales.

la Tenencia de las tierras y la equidad en el acceso a ellas.

la Estabilidad o capacidad del gobierno para adaptarse a un entorno cambiante.

Nota: el concepto de gobernanza se debe diferenciar del de «Gobernabilidad» que se refiere a la capacidad de los Estados para gobernar en democracia.