“Llevamos treinta años de lucha para que el gobierno central nos
reconozca como legítimos dueños de las tierras donde vivimos, y
ahora los mestizos sólo han llegado a destruir y a contaminar
nuestro medio ambiente. Nos preocupa que hayan contaminado la
mayor fuente hídrica que se está secando, a raíz de su invasión”.

Macario Dior (2010). Vicepresidente del Gobierno del Territorio
Indígena Mayangna Sauni Bas

En ocasiones, se considera a los territorios indígenas de Tierras Bajas como tierras deshabitadas o en desuso ya que los Pueblos Indígenas ven dificultada la “ocupación” de sus territorios por su baja densidad poblacional. En consecuencia, se ven a menudo amenazados por la llegada de campesinos, indígenas venidos desde otras zonas, e incluso de grupos pobres desplazados desde zonas urbanas; lo cual genera impactos medioambientales, culturales y sociales.

Los procesos de Colonización pueden ser planificados y promovidos por el Estado para poblar tierras que se consideran deshabitadas, dando respuesta a la presión creciente de los campesinos por el acceso a tierras, como fue el caso de los Programas Gubernamentales de Colonización de la Amazonía Brasilera durante los años 70-801. Otras veces, se abren frentes de colonización al otorgar concesiones a empresas madereras, agropecuarias, y con la construcción de carreteras y obras de infraestructura que facilitan la llegada de colonos.

Las colonizaciones también se producen como consecuencia de los movimientos espontáneos de campesinos e indígenas en busca de tierras para subsistir. Un ejemplo en Bolivia, es el caso de los guaraníes en la Provincia de Guarayos, que desde los 70` se ven afectados por la creciente llegada de colonos Quechuas y Aymaras desde las zonas andinas, quienes han ocupado, invadido y desmontado territorios indígenas guaraníes2. También en Santa Cruz y el Chapare, los colonos ingresan desde los 60´ ante la resistencia de los indígenas Yuracarés, Trinitarios, y otros, quienes han visto restringidas sus formas de vida trashumante, la extensión de su espacio vital: el bosque; y han sufrido un significativo cambio en el uso de las tierras donde realizaban sus cultivos, que han sido deforestadas y erosionadas3.

En cuanto a las invasiones, pueden ser realizadas por colonos en busca de tierras, o bien por empresas, como las madereras ilegales en territorios indígenas aislados, donde los Pueblos o Comunidades Indígenas no tienen acceso a la protección por parte de las fuerzas de seguridad o la justicia. Un ejemplo es la invasión que sufren los Mayangna Sauni Bas (Comarca Sikilta), en cuyos territorios los colonos deforestaron el 30% de los bosques para la realización de actividades ilícitas, como el tráfico de ganado robado, el cultivo ilícito y el narcotráfico4. Para saber más sobre el Caso de los Mayangna Sauni Bas, y los impactos de la colonización ilegal en sus territorios, te recomendamos este video:

En todos los casos, las invasiones y colonizaciones generan conflictos por la propiedad de los territorios indígenas y la utilización de los recursos naturales, para los cuales, generalmente, los Estados no tienen la capacidad o el interés en asegurar los derechos de de los pueblos indigenas sobre sus territorios.

Referencias

[1] Chris Van Dam. Empresas Forestales y Comunidades Rurales en el norte de la Amazonía. Cátedra de Política Ambiental y Desarrollo Sostenible. Universidad Nacional de Salta, Argentina.
[2] Chris van Dam. Certificación Forestal y Desarrollo Local: el caso de Guarayos (Santa Cruz, Bolivia). Cátedra de Política Ambiental y Desarrollo Sostenible. Universidad Nacional de Salta, Argentina

[3] IUCN. Global ICCA Database. Documento sobre el Consejo Indígena del Sur (CONISUR–TIPNIS).

[4] Jasmina Escobar Sandino para El Nuevo Diario. Nicaragua (8 de enero del 2010). Colonos se despachan área de amortiguamiento.