La defensa de los territorios indígenas es constante, puesto que no existe territorio que no esté bajo presiones o amenazas resultantes de la situación político económica global, en la que muchos actores económicos miran con avidez los recursos del suelo y del subsuelo, e intentan tomar ventaja de las dificultades que tienen las comunidades para impedir que ingresen a sus territorios y se apropien de estos recursos.
Históricamente, los pueblos indígenas han usado todas las estrategias posibles para conseguir el reconocimiento de sus tierras ancestrales y la titulación de sus territorios. Esas estrategias incluyen la reivindicación legal lograda por los movimientos indígenas contemporáneos, y en muchos casos, el uso de la fuerza para defenderlas o recuperarlas.

a) Los Movimientos Indígenas

En los últimos cuarenta años surgieron nuevas organizaciones, jurídicamente conformadas como asociaciones civiles, y llamadas a veces federaciones, otras consejos, congresos y asociaciones, que agrupan a las comunidades por cuencas, o por pueblos indígenas, con el objetivo de reivindicar y defender derechos colectivos. Estas organizaciones se han fortalecido en la protección territorial1, reclamando la seguridad jurídica, y el saneamiento, demarcación y titulación de zonas colectivas de los bosques.

En muchos casos, los movimientos locales se involucran directamente en la defensa de los territorios, como ocurre en las comunidades indígenas de Madre de Dios (Perú), Pando (Bolivia) y Acre (Brasil), que conformaron el Comité del Foro Permanente Trinacional Indígena para monitorear la situación de sus territorios, frente a diversos proyectos de inversión2.

También las marchas indígenas posicionan la defensa del territorio y le dan visibilidad política y simbólica. Por ejemplo, en Octubre de 2008, partieron desde el Cauca 20.000 indígenas colombianos hacia Bogotá, en una marcha conocida como “Minga de Resistencia Social y Comunitaria del Suroccidente Colombiano”, como una forma de validación territorial3.ç

Foto: Marcha Indígena desde el Cauca hacia Bogotá, Colombia (2008).

Y en Bolivia, desde 1990, los pueblos indígenas han realizado 7 marchas nacionales por sus derechos a la autodeterminación, la tierra y territorio. En Noviembre de 2006, en la Quinta Marcha Nacional Indígena Campesina por la Reconducción Comunitaria, indígenas del Beni, Pando, Guarayo y la Región Occidental de ese país recorrieron 900 km, desde Santa Cruz hasta La Paz, para exigir su derecho al territorio y a los recursos naturales. En respuesta, fue sancionada la Ley de Reconducción Comunitaria de la Reforma Agraria, que modificó la ley de tierras.

Video de la 5º Marcha Nacional de Pueblos Indígenas y Campesinos de Bolivia

Fuente: IGWIA.

Los Pueblos Indígenas de Bolivia continúan defendiendo sus derechos a través de marchas. Ahora que el gobierno nacional planea la construcción de una carretera (Villa Tunari-San Ignacio de Moxos) que atraviesa Territorios Indígenas y el Parque Isoboro-Sécure (TIPNIS), la Confederación de Pueblos Indígenas de Bolivia (CIDOB) inicia el 15 de Agosto de 2011 la Octava Marcha Indígena en la historia del Beni; en la que caminarán desde Trinidad a La Paz, en rechazo a la construcción de la carretera y por otras demandas4.

b) Cartografía Social
En muchas ocasiones, los títulos de propiedad de los territorios están incompletos, con límites indefinidos, o contienen restricciones que pueden ponerlos en riesgo ante otros actores que reclamen la propiedad a nivel judicial. Ante esto, la cartografía social aparece como una herramienta para la construcción local y colectiva de mapas espaciales, mapas de recursos naturales y otros (mapa administrativo e infraestructural, mapa económico, mapa ecológico, mapa de red de relaciones, y mapa de conflictos). La elaboración es participativa, y promueve la comunicación entre participantes y la puesta en común de diferentes saberes, por medio de recorridos, talleres y grupos de discusión, para llegar a una imagen colectiva del territorio. Se pueden elaborar mapas del pasado (para rescatar la memoria colectiva y reconocer el territorio), del presente (para conocer la situación actual) y del futuro (para interpretar opciones de desarrollo y producir transformaciones).

Las tecnologías empleadas van desde técnicas a mano alzada, hasta la Georreferenciación de Planos Territoriales, que permite una delimitación precisa de los mismos, sus accidentes geográficos y recursos naturales.

Contar con estos planos, completos y ordenados, contribuye a garantizar la protección territorial1, y el proceso de elaboración genera conocimiento del entorno, reafirma la apropiación del territorio y su control; así como el interés por la solución de sus problemas.

Mapas Sociales de Awas Tingni 1992, 1997, 2003. Presentado por Joe Bryan en el Foro Internacional de Cartografía Participativa y Derechos al Territorio y los Recursos Naturales. Bogotá, Junio de 2011.

c) Defensa mediante la fuerza
Para impedir la presencia de agentes externos, militares y empresarios, al interior de sus territorios, algunas veces los indígenas recurren a estrategias de defensa que implican enfrentamientos violentos y muertes de indígenas, colonos, trabajadores de empresas y policías. Los pueblos en aislamiento voluntario también, a veces, recurren a esta estrategia como la única forma de defender sus territorios y su decisión de mantenerse sin contacto con el mundo blanco.

d) Estrategias Jurídicas de Defensa
Cuando sus derechos se ven vulnerados, los pueblos indígenas tienen la opción de realizar presentaciones judiciales ante los órganos jurídicos locales y nacionales. En muchas ocasiones, esos órganos no resuelven los problemas, o no respetan los tratados internacionales de derechos indígenas. Entonces, recurren a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, que analiza los mismos y los pone a consideración de de la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Para saber más visita nuestra Sección de Fallos de la CIDH.

e) Alianzas con Organizaciones Conservacionistas
En 1989, y ante la amenaza a los territorios indígenas por proyectos de colonización, y por empresas mineras, ganaderas, y madereros, la Coordinadora de Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica (COICA), propuso una alianza con organizaciones conservacionistas. La COICA llamó a los ambientalistas a trabajar conjuntamente para la conservación de la biodiversidad y los territorios indígenas, y en Mayo de 1990, auspició una Cumbre entre Pueblos indígenas y Ambientalistas, en Iquitos (Perú). En esa cumbre, pueblos de toda la Amazonía y de trece organizaciones de conservación firmaron la Declaración de Iquitos, en la que destacaron la necesidad de trabajar en conjunto para preservar la Amazonía5. De estas alianzas, surgieron casos exitosos, en los que los indígenas fueron reconocidos como socios en el desarrollo e implementación de estrategias de conservación en sus territorios, aguas, mares, costas y recursos naturales, y particularmente en el comanejo en áreas protegidas superpuestas sobre territorios indígenas.

Referencias

[1] Chirif A, García Hierro P (2007). Marcando Territorio: Progresos y limitaciones de la titulación de territorios indígenas. Documento del Grupo Internacional de Trabajo sobre Asuntos Indígenas (IWGIA) en la Amazonía.

[2] IV Encuentro Trinacional de Pueblos Indígenas de Perú, Brasil y Bolivia. Uniendo esfuerzos para consolidar la defensa territorial de los pueblos indígenas de Madre de Dios – Acre – Pando. Puerto Maldonado, 23, 24 y 25 de setiembre de 2010.

[3] Ruano Ibarra, ES. Protesta Indígena en Colombia: Minga de resistencial social y comunitaria. Candidata a doctora en el CEPPAC.

[4] La Jornada (23-07-2011). Marcha indígena se inicia 15 de Agosto en rechazo a la carretera por Tipnis. Trinidad, 2011. En: www.jornadanet.com

[5] Mac Chapin (2004). Un reto a los conservacionistas. WORLDWATCH magazine, Noviembre/Diciembre de 2004.