“En la selva Amazónica, el único que realiza actividades de cultivos ilícitos, es el colono financiado por organizaciones delictivas que siembran coca al por mayor, para sacar cocaína que vive en las grandes ciudades y no en la selva… No veo ¿cuántos indígenas multimillonarios hay en la amazonía colombiana?».

Ángel Lozano (2008). Indígena Guanano, Departamento del Vaupés

De las actividades económicas que se realizan al margen de la ley, tres en particular representan riesgos para los Pueblos Indígenas:

a. El Narcotráfico

El cultivo de coca para producir cocaína es una actividad ilegal que debe diferenciarse del uso ancestral de la coca por los Pueblos Indígenas de Bolivia, Perú y Colombia, donde se emplea por su valor religioso, curativo y alimenticio.

Mapa de Cultivo Ilícito de Coca en Resguardos Indígenas de Colombia

Por ejemplo en Colombia, de acuerdo a la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, el cultivo ilícito de coca abarcó 68.000 has en el año 2009, de las que el 6.7% correspondió a Resguardos Indígenas1, elegidos por el bajo control estatal y el aislamiento. En los resguardos, los narcotraficantes se imponen a los indígenas mediante las armas, obligándolos a participar en el cultivo y transporte de droga, especialmente en zonas fronterizas. Los Pueblos Indígenas más afectados por este cultivos ilícito son los Awa, Sikuani, Inga, Embera, Uitoto y Kofán en los Resguardos: Predio Putumayo, Chinguirito Mira, San Andrés, Las Vegas y Villa Unión, Afilador Campo Alegre, Inga de Wasipanga y Calenturas2.
Mientras la comercialización de cocaína, lejos de la zona de producción, produce grandes ganancias; el cultivo ilícito de coca y las estrategias para su erradicación tienen grandes impactos negativos en los Pueblos Indígenas.

Fuente: Human Rights Everywhere (HREV, 2011).

La integridad territorial se ve afectada por la militarización que ejercen los grupos armados, tanto paramilitares como la guerrilla, que desplazan a las comunidades expropiando sus tierras en forma violenta. Según la Organización Nacional Indígena Colombiana (ONIC) en el 2010 fueron asesinados 122 indígenas, otros 10 desaparecieron y 1.146 fueron forzados a desplazarse como consecuencia del narcotráfico.

La militarización de los territorios limita la movilidad de los indígenas, muchas veces impidiendo su acceso a alimentos y medicamentos. Las fumigaciones aéreas con Glifosato, realizadas en el marco del Programa de Erradicación de Cultivos Ilícitos, destruyen los cultivos alimentarios; incrementando la inseguridad alimentaria.

La gobernanza en los resguardos se ve afectada por el asesinato de líderes y autoridades indígenas, y por la corrupción de los grupos armados que se convierten en autoridades de facto y controlan las zonas donde operan, debilitando el poder de las autoridades indígenas y sus sistemas de justicia propia.

El cultivo ilícito de coca no sólo representa una amenaza a los pueblos indígenas de Colombia, donde se encuentra el 50% de la superficie mundial cultivada; sino también para los de Perú y Bolivia, que ostentan el 33 y 17% respectivamente. Secundariamente, se cultiva amapola y cannabis para la elaboración de heroína y marihuana, pero en una medida muy inferior al cultivo de coca2.

b. El Madereo clandestino

Cuando ha venido este contacto con los madereros, salimos del monte.
De eso comenzó enfermedad… se murió mi tía, mi sobrino, se murieron la mitad.
Los ancianos, los que salieron del monte, no resistían.
«Sobreviviente Murunahua, luego de ser contactado por madereros ilegales de caoba en Perú (Survival).

 

La tala ilegal representa el 80% de la explotación de madera en la Amazonía (FAO, 2011) 3,4, pero también es importante en Centroamérica, por ejemplo en Nicaragua, la ilegalidad alcanza al 70% (FAO, 2005)5.
Esta actividad es realizada por empresas y pequeños madereros que extraen las especies con mayor valor comercial (como el cedro y la caoba), empobreciendo el bosque y quitando a las comunidades indígenas la posibilidad de utilizar esos recursos. Dado el marco de ilegalidad, ocupan los territorios indígenas, ingresando muchas veces en forma violenta. En ocasiones, establecen un sistema de endeudamiento y trabajo forzado, que de acuerdo a la Organización Internacional del Trabajo, afecta a 33.000 indígenas en la Amazonía Peruana. Así mismo, se han constatado casos de esclavitud, como el de los Murunahuas (indígenas aislados del Perú), que en 1995 fueron esclavizados por madereros, y liberados en 1998 6, y quienes están siendo obligados a huir de la reserva donde habitan hacia Brasil, por la acción de los madereros ilegales.
Para saber más sobre los impactos de la Industria Maderera sobre los territorios y gobernanza visita este artículo.

c. El Tráfico de tierras con títulos falsos

Los invasores expresaron su duda de que exista una comunidad indígena
teniéndola delante de sus ojos. También expresaron que la opinión
de los Ashaninka no contaba, que ya no existen indígenas
y que las tierras deben ser distribuidas«.

Sabine Koppe (1998) en visita a la Comunidad Asháninka Marankiari Bajo, Perú.

 

La compra y venta de tierras con títulos falsos afecta a miles de familias indígenas. Los beneficiarios de este negocio falsifican títulos de tierras, expropiadas a campesinos o indígenas para acaparar tierras destinadas a proyectos extractivos o agropecuarios; o bien para estafar a compradores que adquieren las tierras de buena fé, y que luego verifican la nulidad de los títulos de propiedad. En algunos casos, especialmente en Colombia, el tráfico de tierras se realiza en forma violenta, desplazando a las comunidades de sus territorios. En Nicaragua, se ha denunciado el tráfico de tierras ancestrales del Pueblo Rama, por parte de mestizos y líderes indígenas, que a inicios del 2010 ingresaron armados a desplazarlos, y que han intentado impugnar el título de propiedad otorgado a los Rama, con apoyo de grupos políticos que realizan sus campañas mediante el tráfico de tierras7.
Situación similar enfrenta la Comunidad Indígena Asháninka Marankiari Bajo (CIAMB) en la Amazonía Peruana. Desde los 90`, sus tierras supuestamente desocupadas, son ilegalmente ofrecidas por políticos aspirantes al gobierno local, a inmigrantes de otras partes del país, a cambio de votos. Hasta el año 2000, la CIAMB sufrió una reducción del 50% de la superficie de sus tierras comunales8.
En el 2008, en Bolivia, el viceministro de Tierras Alejandro Almaraz denunció el intento de prefectos y senadores locales, Menonitas y empresarios brasileños por apropiarse ilegalmente de 187.000 has en el Beni, por medio de falsificaciones y clonación de documentos9. En todos los casos, el tráfico de tierras se convierte en una seria amenaza a la propiedad de las tierras ancestrales, toda vez que se facilita la expulsión de los indígenas por vías aparentemente legales.

Referencias

[1] WordPress (2010). Mapa de Cultivos de Hoja de Coca en Resguardos Indígenas de Colombia.

[2] Mingorance F, Minelli F, Le Du H, Olsen V (2011). Tierra Profanada: Impacto de los megaproyectos en Territorios Indígenas de Colombia. Cultivos Ilícitos. Human Rights Everywhere (HREV) – Organización Nacional Indígena de Colobmia (ONIC).

[3] FAO (2011). Situación de los Bosques del Mundo 2011.

[4] FAO y OIMT (2011). Situación de los bosques de la cuenca del Amazonas, la cuenca del Congo y Asia sudoriental. Informe preparado para la Cumbre de las tres cuencas de bosques tropicales, Brazzaville (República del Congo) | 31 de mayo–3 de junio de 2011.

[5] Alfaro M, Hidalgo M (FAO, 2005). Estudio de tendencias y perspectivas del sector forestal en América Latina. Informe subregional Centroamérica y México.

[6] Bedoya Garland E, Bedoya Silva-Santisteban A. (OIT, 2004). El Trabajo Forzoso en la Extracción de la Madera en la Amazonía Peruana.

[7] Amalia Morales (11 de Octubre de 2010). Nicaragua: la endeble tierra de los Rama.

[8] Ukhamawa Noticias (3 de Junio de 2010). Peru: Proteger el territorio indígena por derecho y por ley.

[9] La Prensa en Youtube. Bolivia: 187 mil hectáreas de tierras estaban a punto de ser tituladas de forma ilegal en el Beni.